Me veo, una vez más, en la obligación de pedir ayuda. He regresado de Kirguistán con un “agujero” de aproximadamente 5.000€. Afortunadamente son familia, amigos y gente cercana que no me van a exigir el pago de la deuda de inmediato, pero tampoco me gusta estar debiendo dinero.
En segundo lugar, cuento con una nueva abogada que confío que dará un gran impulso procesal para poder conseguir que los Juzgados se “pongan las pilas” y adopten medidas realmente efectivas que permitan abrir una puerta de esperanza en la recuperación de Carolina. Como mínimo, lo que ahora urge conseguir, es recuperar la comunicación con ella mientras se decide todo lo demás. Aunque cueste creerlo, pasaron dos años enteros sin que pudiese hablar con Caro. La madre lo impidió (desde el mismo momento que decidió huir y no informar a nadie de su paradero) y fui yo, por mi propia cuenta y riesgo, quien conseguí localizarla. La minuta de esta abogada será de 2.500€.
Por último, confío que, una vez acabado el verano, habrán habido avances judiciales -Kirguistán ha reconocido que yo tengo derecho a pasar tiempo con mi hija- que me permitan volver a viajar allí con las garantías de seguridad suficientes para poder visitar a Carolina y dar los pasos necesarios para traerla de vuelta. Para ello he calculado otros 5.000€.
No pensaba hacerlo, pero dos personas por las que siento un gran respeto me han dicho que lo vuelva a intentar: que abriese una campaña de recolección de fondos o crowdfunding y que confíe en la buena voluntad de personas que empaticen con mi situación.
Para colaborar puedes entrar en la plataforma GoFundMe de recolección de fondos.
No puedo finalizar este post sin agradecer a “Un tío blanco hetero” y a todos sus seguidores que han dado RT a este Twit de ayuda que puse en su timeline (más de 100 RT, más de 100 Likes). Gracias a todos.